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M. José Martínez: diseño elegante y con carácter

Por: Francisca Gálvez V.Fotos: Archivo M Interiorismo

La cara visible de M Interiorismo cuenta sobre su estilo de trabajo, buscando interpretar a sus clientes en la creación de espacios armónicos, funcionales y acogedores, con elegancia y carácter.

Desde niña, a María José Martínez (33) le encantan el diseño y el arte. En el colegio dibujaba esquemas de la casa de sus sueños, le gustaba mucho pintar, y arte era su ramo favorito. Estudió arquitectura en la UDD de Concepción y después un posgrado en Arquitectura Interior en la Universidad de Chile. “Mientras estudiaba arquitectura, ponía especial énfasis en el interior de mis proyectos. Siempre supe que lo mío era complementar la arquitectura con el diseño interior. Y estudié arquitectura porque vi que para hacer intervenciones más radicales se necesitaba tener esos conocimientos que te da la carrera”, cuenta.

En sus inicios, la marcó su trabajo en la oficina de arquitectos Max Cummins, donde estuvo cinco años y aprendió bastante, llegando a ser jefa de taller de interiorismo. Cuando creyó que había reunido las herramientas y conocimientos necesarios, se lanzó con su propia empresa. En 2015 creó, junto a María Ignacia Pastenes, M Interiorismo, un estudio de diseño, decoración y arquitectura interior inspirado en la proyección de espacios puros, flexibles y con carácter, capaces de interpretar a cada uno de sus clientes. “Nuestro foco es representar a la persona que va a habitar el espacio, para que se sienta reflejada en él”.

Funcionalidad, diseño y versatilidad
Al comienzo de cada proyecto hay un acercamiento y una intención de conocer al cliente y sus necesidades. “Hacemos un trabajo muy desde lo sicológico, buscando conocer al cliente en su personalidad, sus gustos, su estilo de vida, el cómo vive los espacios; y diseñar para eso. No imponemos estilos, adoptamos el del cliente y lo llevamos a buen puerto, buscando sacar partido de los espacios para vivirlos de la mejor manera”, explica María José.

La funcionalidad cumple en M Interiorismo un rol tan importante como el diseño. La intención es fusionar ambos. “Nuestro trabajo de interiorismo siempre comienza con el layout en la mano, a escala, para ir cuidando la ubicación de los muebles, que exista fluidez y espacio para circular. Esto es lo que da flexibilidad al ambiente”. Después hacen un levantamiento en elevación de todos los espacios, “la funcionalidad va también en detalles como que la obra de arte esté bien posicionada en el muro, ya que esto facilitará el entendimiento de un espacio”.

Las transformaciones a fondo son lo que más le apasiona a la arquitecta que hay en María José. “Poder botar muros para abrir los espacios, para modificar, por ejemplo, la luminosidad desde dentro”. Sin embargo, la versatilidad es una de las cualidades de este estudio; siendo capaces de desenvolverse desde una escala mayor, pasando por la creación de mobiliario con diseño propio, hasta el desarrollo general y montaje del proyecto. Si bien su fuerte son las casas y departamentos, también han remodelado restaurantes –como el Ambrosía Bistro junto a Vincent Pearson–, oficinas y locales comerciales. “Me encantan los restaurantes porque son espacios que permiten hacer cosas más arriesgadas, más teatrales”, dice.

Espacios acogedores, que no pasan inadvertidos
El diseño interior de M Interiorismo busca la creación de espacios acogedores, calmos, fáciles de utilizar. Al mismo tiempo, el uso de paletas de tonos profundos, como verdes, azules, burdeos… aportan vida al ambiente. Uno de sus sellos es el uso de papeles murales con diseños entretenidos, jugados, y elementos focales que impresionen al recorrer cada espacio. También han incorporado los revestimientos de muros en base a madera, por ejemplo, con palillajes de lenga, que le aportan una calidez y una innegable belleza natural al espacio.

La madera es, sin dudas, uno de los materiales nobles que prefieren, así como el infaltable mármol –por su gran versatilidad de tipos y tonos, y su inmanente elegancia–, la piedra; o el bronce, que les gusta usar en detalles de los muebles, como tiradores. El fin es armonizar un ambiente elegante y puro, de impacto visual, que no pase inadvertido. La iluminación es otro factor clave. “En este sentido, lo ideal es poder intervenir los espacios para trabajar desde dentro la parte eléctrica, y por supuesto para destacar obras de arte. En el diseño interior el arte es vital”.

El uso de vegetación y plantas es otro gran aporte a los espacios. “De preferencia naturales, claro, pero también hay algunas artificiales muy bien hechas, que funcionan, como también las flores de seda”. Y los detalles. “No olvidamos los pequeños elementos decorativos, los cojines, sus colores, los canastos, la fibras naturales…”.
“Intentamos no tener un estilo fijo, sino ir mezclando estilos, materialidades, colores… manteniendo la elegancia”, agrega. Una de las grandes referentes actuales de esta arquitecta e interiorista es la diseñadora norteamericana Kelly Wearstler, conocida por su estilo ecléctico y sofisticado, que mantiene un balance de fondo, pudiendo hacer conversar piezas vintage con arte emergente en un mismo espacio.

El arte, un estilo de vida
Apasionada por el arte, este es uno de los pilares en el trabajo de María José, y también es el elemento preferido en sus espacios propios. “El arte viste los muros, pero más que eso, acompaña”. Ha trabajado ella misma algunas piezas de arte digital, además de incluirlo en su quehacer laboral. “Para mí, es importante incorporar el arte en mi diseño interior, derribando el mito de que es caro o inaccesible. Busco promover el arte chileno y nuevo. Dar cabida a lo local. Personalmente, me encantan los artistas chilenos Guillermo Lorca –en mi casa tengo prints de litografía de su obra The Landing– y Colomba Fontaine, quien hace un trabajo precioso y original con placas de metales”.
Sumergida en un mundo visual, la arquitectura interior es para María José Martínez, un estilo de vida. “Como arquitecta e interiorista, creo que se ha agudizado el ojo con el que miro el mundo, sus colores, texturas y volúmenes. Esta profesión ha sensibilizado el contexto en el que vivo y cómo lo miro. El interiorismo es con lo que yo vibro”.
En estos tiempos de pandemia, los encargos han aumentado para M Interiorismo. Mucha gente, obligada a pasar más tiempo en sus casas, se ha dado cuenta de que quiere hacer cambios, que necesita mejorar sus ambientes. “Un buen diseño interior realmente te cambia la vida. La armonía y la belleza de los espacios aportan felicidad”, concluye. Actualmente, M Interiorismo está trabajando en 10 proyectos, principalmente residenciales, como la remodelación completa de una casa en Camino El Alba.