A juicio del presidente del Directorio, el Club se encuentra realizando enormes esfuerzos para retornar a su funcionamiento normal; para que los socios puedan realizar esa vida de club a la que tanto estaban acostumbrados. Con la familia y los amigos. Al mismo tiempo, cuenta, se están elaborando importantes proyectos para mejorar la comunicación y para implementar una serie de nuevas actividades. “Queremos ir mucho más allá de las cuatro ramas”, enfatiza.
Para nadie es novedad que la pandemia afectó tremendamente la vida del Club de Polo. Un lugar que de martes a domingo acostumbraba a estar repleto de gente desde las 7:30 de la mañana hasta las 11:00 de la noche, realizando las más diversas actividades deportivas y sociales, pasó –en 2020– meses completos cerrado. Este 2021 se ha ido recuperando lentamente, gracias a los avances en las Fases establecidas por las autoridades. Tanto, que hoy funciona casi al mismo nivel que antes de la pandemia.
Sin embargo, todo este proceso no ha sido nada de fácil y se viene un tremendo trabajo por delante. Así por lo menos lo siente Francisco Varela, presidente del Club.
“Definitivamente, tenemos un gran desafío: que el Club pueda volver a lo que estábamos acostumbrados. Tanto la crisis social como la pandemia provocaron un cambio cultural muy grande y siento que va a costar que el Club vuelva a ser un lugar de encuentro como era antes. Creo que la euforia post pandemia va a afectarnos en ese sentido. Pero estamos tomando todas las medidas para volver a nuestros mejores tiempos. Estoy seguro que lo vamos a lograr”.
–¿Cómo describiría el paulatino retorno a la normalidad?
–Me gustaría destacar que ha habido una colaboración irrestricta del personal. Son ellos los que más han empujado a que se vuelva a la normalidad. Echaban de menos el Club. A la gente. Y es súper entendible porque este Club es muy dinámico y multifacético. El gran efecto de la pandemia para los trabajadores fue que estuvieron marginados de desempeñar sus funciones. Durante meses estuvieron encerrados, lo que los afectó física y sicológicamente. Venir a trabajar es una terapia para ellos.
–¿Y cómo ve a los socios?
–Los veo ávidos de tratar de acomodarse a su vida cotidiana. Siento que no lo han logrado aún. Están tratando de reordenarse, ya que recién están experimentando la libertad. Pero ya estamos funcionando casi al 90 por ciento, lo que ha sido muy bueno. Se han llevado una gran sorpresa con el gimnasio, que se iba a inaugurar en 2020 y ahora, cuando entran, se impresionan mucho. Los comentarios son extraordinarios.
–¿Le han manifestado preocupación por las obras que se están ejecutando, considerando la situación actual?
–Sí, pero en la medida que se les explica cómo se va a financiar todo, muestran una amplia aceptación. Porque en ningún caso se ha puesto en riesgo la estabilidad financiera del Club. Aquí tenemos una regla de oro desde hace muchos años que no se ha quebrado nunca y que se resume en que las cuotas sociales cubren los gastos de mantención y las inversiones se financian con el ingreso de nuevos socios, los que generalmente eran 10 al año. Hoy se han reducido a la mitad. No debería ser un tema preocupante en todo caso, ya que no se vislumbra que no existan nuevos socios. Tal vez no hay 10, pero siempre hay nuevos ingresos. No hay ninguna razón por la cual la gente no quiera pertenecer a este Club. A lo menos 5 socios nuevos van a ayudar a restituir este tema.
–Los avances del Masterplan están a la vista de todos. Pero, ¿qué ha pasado en este tiempo con el proyecto en Colina?
–Colina tiene un tratamiento distinto. Es un proyecto en sí mismo que va en beneficio de los socios que practican polo en una primera instancia y de todos, en un mediano plazo. Colina constituye un pulmón de desahogo para todas las actividades del Club y que en un futuro cercano va a permitir la práctica de todas las actividades durante todo el año.
–¿Incluso el polo?
–El pasto de Colina va a ser diferente. Va a permitir la práctica de los deportes ecuestres durante todo el año. No solo en primavera y verano. Colina también va a permitir que se libere infraestructura para otros deportes. El Futbolito, por ejemplo, se va a poder jugar todo el año, al igual que la escuelita de polo.
–¿En qué etapa se encuentra este proyecto?
–Son 65 hectáreas y la implementación se irá realizando a medida que se vaya necesitando. Lo positivo es que los costos de operación van a ser menores que los que el Club gastaba cuando arrendaba canchas de polo en diferentes lugares. Se gastaba una fortuna. Los costos de mantención de las canchas propias van a ser menores que los costos de las canchas que se arrendaban. Con respecto al financiamiento, viene de la venta del terreno que se había adquirido en Padre Hurtado. Dicha venta generó ingresos por el doble de su costo. Permitió materializar Colina en lo inmediato y no esperar una realización escalonada. El excedente permitió hacer seis canchas con la infraestructura necesaria para abastecer el proyecto completo. Probablemente en noviembre de 2022 podremos hacer una inauguración.
Mejorar la gestión
Otro de los grandes objetivos, tanto del Directorio como de la administración, “es mejorar la gestión. El Club de Polo, con 2.800 socios titulares y un entorno de casi 10.000 personas, debe necesariamente mejorar su sistema de gestión para atender las necesidades de esta gran cantidad de personas”, cuenta Francisco Varela.
–¿En qué áreas principalmente?
–Queremos mejorar la comunicación, hacerla más segmentada, dirigida. Que le llegue a quien está pensada. Eso es un salto muy importante que se está trabajando en detalle. También estamos implementando importantes mejoras en sistemas de gestión administrativa contable y financiera, que el Club carecía de ello. Se ha invertido mucho para que el socio perciba que se le cobra oportuna y correctamente, y que la administración se posee la información correcta.
–¿Cómo ha funcionado el nuevo Directorio?
–No se ha podido juntar con la frecuencia que nos gustaría. Esperamos que esto cambie radicalmente para que tengan la oportunidad de aportar con todo el potencial que tiene cada uno de ellos. Lo que sí tengo muy claro es que este Directorio ha querido enfatizar el carácter familiar del Club. Estamos haciendo serios esfuerzos para ir más allá de la práctica deportiva de las cuatro ramas. Queremos que los socios puedan tener una respuesta efectiva a sus necesidades. Nuestra gran preocupación son los socios.
–¿A qué se refiere con ir más allá de las cuatro ramas?
–Se está buscando un coordinador de obras de teatro, actividades al aire libre, organizadores del Día del Niño, entre muchas otras cosas. Queremos hacer una programación real. Asimismo, queremos que los socios disfruten al máximo las nuevas instalaciones que son muy cómodas y atractivas. Estoy seguro que las zonas de SPA van a ser muy utilizadas.
–¿Qué otras medidas le gustaría destacar?
–Las que estamos tomando para enfrentar el cambio climático, que es un tema de tremenda importancia para un club como este. En estos momentos estamos tomando medidas drásticas sobre el uso del agua del Club, que hay que bajar en un porcentaje altísimo. Para ello estamos en conversaciones con Cristóbal Elgueta, que es un destacado paisajista con mucha experiencia en jardines que requieren poca agua. Creo que su trabajo, entre muchas ideas, nos van a ayudar a cuidar el agua; a valorar lo que tenemos y a ser un aporte en este sentido. En los tiempos de hoy, es fundamental.