Cada vez que viene Polito Ulloa deja grandes enseñanzas. Y no es para menos, si se considera que es uno de los domadores de caballos más importantes del mundo. Según cuenta Matías Vial, quien fue el encargado de traer a Bien Montados, “el Club de Polo y Equitación San Cristóbal nos prestó sus fabulosas instalaciones para poder llevar a cabo Bien Montados. Pudimos compartir cara a cara con Polito Ulloa y absorber al máximo sus conocimientos”.
Agrega que Bien Montados está integrado por sus fundadores, Polito Ulloa y Sergio Magrini, “y este este año se incorporó Benjamín Araya, campeón del Abierto Argentino, jugador internacional y criador de caballos de polo por más de 30 años”, cuenta Matías. “Él nos contó un poco sobre lo que es la hechura; el paso que sigue luego de haber domado un caballo de polo”.
En la clínica se habló del cuidado del caballo y la Importancia que tiene esta primera etapa para que el equino llegue a ser jugado en perfectas condiciones. “Polito fue el encargado de dar a conocer sus habilidades como domador con pequeñas demostraciones con caballos de nuestros criaderos participantes como Polo Quillahue, Toba, GCI, La Viña, La Calavera y de grandes familias que también estuvieron presentes, como los Piwonka, Mayol, Zegers, Lucksic, Rivas, Pereira, entre otros. Conversando con los domadores y trabajadores de las crías chilenas nos dimos cuenta lo importante que es tener una buena base del caballo. Como dice Polito ahí es donde comienza todo el proceso”, señala Matías.
Agrega que tener a Bien Montados por tercera vez en Chile “es un orgullo tremendo. Esperamos seguir con el apoyo de la gente, criadores y familias del polo e invitamos a todos los que quedaron fuera que vengan y participen de esta gran clínica de doma y hechura para caballos de polo”, concluye.

Domar es un privilegio

Polito Ulloa nació el 29 de noviembre de 1954 en Buenos Aires. Se acercó al mundo de los caballos por su familia, que le inculcó la pasión por el campo. Tanto, que apenas terminó el colegio se dedicó a la doma. “Para mí domar es un duro privilegio”, advierte. Destaca que “el caballo de polo argentino ha mejorado muchísimo gracias a la genética, en la que han invertido muchos criadores y ha llegado a un nivel muy alto en todo el mundo. Pero también es importante la competencia, progresar”.