Geógrafo de profesión, Mónica Bustos comenzó su vida laboral en el retail, y sumando sus estudios en marketing, creó junto a unos socios Nativa International, a fines de los años 90. Una tienda de decoración que fue pionera, con su estilo étnico y alternativo, y que llegó a tener varios locales en centros comerciales de Santiago y otras ciudades. “La tienda tenía un estilo y ambiente bien marcado, etérea, con luz tenue, música étnica y aromas exóticos. Había una sección de textiles y alfombras, algodones y lanas, además de muchos otros elementos decorativos”, cuenta Mónica.

Pese a haber sido muy exitosa, Nativa cerró después de 6 años, por motivos de la sociedad. Luego, entre 2004 y 2010, Mónica trabajó en una multitienda a cargo de las colecciones de decoración, alfombras, hogar y menaje fino, teniendo que viajar por todo el mundo para escoger los productos. Después de esta experiencia, decidió emprender nuevamente.

Piso Urbano

En sus viajes de trabajo anteriores, Mónica había conocido a un proveedor de alfombras iraní, con quien desarrolló una muy buena relación laboral, y a quien ayudó a desarrollar su producto en China y Europa, participando en ferias y exposiciones. “Fue cuando decidí abrir una tienda en Chile, con alfombras collage o patchwork, que yo misma comencé a diseñar en Irán”, cuenta. A partir de entonces comenzó una intensa inmersión en el mundo de las alfombras anudadas a mano, que le fue dando una particular visión de esta cultura y un profundo entendimiento de su arte.

Escogió una a una y diseñó también varias de las alfombras que irían en una primera colección que trajo a Chile, y con la que abrió la tienda Piso Urbano, en octubre de 2012. Inicialmente se instaló en una casa bodega, en calle San José de la Sierra. Unos meses después, se trasladó a un espacio en Alonso de Córdova. Hace 8 años, Piso Urbano está muy bien ubicado en calle Nueva Costanera, sobre un restaurante y cerca de lindas tiendas, desplegando toda la belleza de sus alfombras hechas a mano en un segundo piso muy luminoso.

Arte de habilidad y paciencia

En Oriente, durante siglos, las alfombras han sido expresión de la cultura de estos pueblos. Irán y el antiguo Imperio Persa es un maestro indiscutido en este oficio prodigioso, y aún hoy sigue entregando piezas maravillosas y únicas. “El origen de este arte fue de la mano de los pueblos nómades, que necesitaban proteger sus cosas del contacto con la tierra; y así surgieron los primeros tapetes y alfombras pequeñas. Al establecerse más sedentariamente, empezaron a considerar las alfombras como una necesidad, a crecer éstas en tamaño, y a darse como regalo de bodas o dote; al tiempo que fue aumentando el interés en ellas por parte de las realezas”, explica Mónica.

Además de las patchwork, Piso Urbano fue de a poco agrandando la colección, orientada a alfombras anudadas a mano y destacando el trabajo artesanal que sobrevive con este tipo de oficios. “Siempre he buscado sostener y dar valor a este producto. Tejer a mano es lento, trabajoso y requiere de paciencia y mucha habilidad”, explica. “Queremos acercar a nuestros clientes a este mundo, llevando a sus casas una muestra de este arte extraordinario. Es muy bonita además la sinergia humana que ocurre en este proceso: los telares están en las casas de las mujeres y hombres tejedores, y esto les permite estar cerca de sus familias, aprovechar sus tiempos, generar comunidad, convivencia y empoderamiento de sus modos de vida”.

Selección única: diseño y calidad

Antaño, el diseño de las alfombras era algo espontáneo, con la interpretación que la tejedora iba haciendo del mundo a su alrededor, del paisaje, la naturaleza, la gente y los animales, y todo esto lo llevaba al telar. “Es gente muy artista, que tejía en base a su imaginación. Hoy, se hacen diseños y patrones. El tejedor va traduciendo las cuadrículas en puntos en el telar, y así es como se reproducen las alfombras en serie. Son igualmente hechas a mano, pero es un proceso más guiado”, dice Mónica.

En Piso Urbano hay alfombras persas vintage, contemporáneas y modernas, kilims, nórdicas, clásicas y tribales. “Elegimos alfombras con colores, diseños y texturas que son fieles a ese entendimiento y amor que tenemos por este asombroso oficio, pero también hemos expandido nuestra oferta con alfombras diseñadas de acuerdo con tendencias de decoración más contemporáneas”.

Destacable es la importancia de la calidad en estas alfombras. “Son piezas que perduran en el tiempo y que crean un ambiente único. Me gusta informar a mis clientes lo que estoy vendiendo: su historia, cómo nace, su materialidad y tipo de tejido”. Sigue el instinto de lo que le gusta. “La moda no me guía al momento de elegir y tengo un standard de calidad”. Hay una selección y una cuidada mano detrás de cada alfombra en esta tienda. Y mucho corazón. “Elijo cada alfombra imaginando el espacio en el que puede ir y con fe en que alguien, un día cualquiera, va a verla y se va a enamorar de ella, ¡y va a reconocer que es precisamente lo que estaba buscando!”, concluye. Hoy, Mónica trabaja junto a su hijo, su aprendiz en este arte y responsable en el punto de venta.

Piso Urbano
Nueva Costanera 3986
Piso 2, Vitacura – Santiago
56 9 9435 3430 | monica@pisourbano.cl

Lunes a viernes de 11:00 a 19:30hrs.
Sábado de 11:00 a 14:00hrs.