La mayoría podría pensar que tres temporadas para cualquier deportista en cualquier disciplina es poco tiempo. Cualquiera, valga la redundancia, podría creer que con 22 años recién se está comenzando en la vida y que quedan muchos años más para conseguir logros, visualizar metas o alcanzar sueños.
No para Joaquín Niemann Zenteno.

El joven romperecords nacional ha dedicado su vida entera, su corta vida entera, a desarrollar un deporte que lo ha catapultado, ni más ni menos, a ser catalogado como el mejor en la historia del golf chileno. El único que, hasta el momento, ha logrado alzar un trofeo en el campeonato más selecto del golf internacional, el PGA Tour. Estar jugando con nombres de la talla de Dustin Johnson; Sander Schauffele, ganador del oro en los Juegos Olímpicos; el irlandés Rori Mcllroy, los estadounidenses Justin Thomas, Bryson DeChambeau o Patrick Cantlay, y los latinos Abraham Ancer, Sebastián Muñoz o Carlos Ortiz, lo sitúa como una de las estrellas del circuito.
Jorge Niemann, su padre, lo atribuye más que a un don, a la perseverancia, trabajo y disciplina del joven que se inició en Club Las Palmas de Calera de Tango y que luego fue descubierto por su actual coach y parte del staff del Club de Polo y Equitación San Cristóbal, Eduardo Miquel.
“Joaquín salía a las 11:00 del colegio y se iba a entrenar hasta las seis de la tarde”, dice Jorge para argumentar la disciplina y el esfuerzo constante de Joaco, como le dicen sus amigos y su círculo más cercano.

Paz Echeverría, de Golf Action, destacada golfista del Club de Polo y comentarista de golf de TVN, lo atribuye a la capacidad de reacción para superar momentos difíciles: “En el siguiente hoyo o en el subsiguiente de haber cometido un error, hace un birdie”, explica.
Su padre agrega que tiene una fortaleza mental increíble y que no se rinde ante nada: “¿Sabes lo que me dijo después de los Juegos de Tokio?, que quedó picado. Él siente que tiene el golf para haber estado peleando una medalla como Mito (Pereira)”.

Pamela Zenteno, mamá de Joaco, hace notar la seriedad con que su hijo ha tomado esta disciplina, y la madurez que ha tenido el joven para, primero, optar por el golf en vez de ir a la universidad.
“Le llegaron más de 200 invitaciones para ir a estudiar a Estados Unidos y Joaco me dijo, ‘papá, en Harvard, con suerte juegan cinco campeonatos al año'”, agrega Jorge Niemann para ejemplificar y ratificar lo que estamos diciendo. Segundo, para acostumbrarse al circuito y hacer parecer a los aficionados y sus rivales como que ese es su lugar y que se siente totalmente a gusto de tee a green.
Eduardo Miquel señala que Joaquín es un talento innato, con las cosas claras para ser tan joven, un tipo genial, comprometido a concho con el golf. Pamela cuenta que acostumbrarse a vivir solo en Florida, Palm Beach, donde vive la creme de la creme del golf, no le costó absolutamente nada. “Al principio fuimos a ayudarlo a instalarse, pero ahora Joaco ya es un gringo más”, dice y sonríe.

En mayo de 2017 fue número uno del ranking mundial amateur. Tal mérito le valió ser invitado a la segunda parte de la temporada 2017-2018, y en tan solo siete torneos logró conseguir la tarjeta para la versión siguiente.

Su segunda participación en el tour la inició de la mejor manera, ganando su primer torneo, el Greenbier Classic Military, con lo que pasó a ser el primer y único chileno en ganar un campeonato del PGA Tour.

En esta, su tercera temporada, ha estado dentro de los primeros 30 lugares de la FedEX Cup, el campeonato anual que premia al mejor del año con no menos de 15 millones de dólares, y ha conseguido dos segundos lugares y tres top 10.
Su meteórica carrera, desde ese sexto lugar en el Valero Texas Open en abril de 2018 cuando debutó en el PGA Tour, ha sido un constante ascenso.
No solo lo dicen voces especializadas nacionales, en julio de 2020 Niemann fue considerado en un listado sub 24 de los jugadores jóvenes con mayor proyección del PGA Tour, donde había nombres como algunos de los actuales protagonistas de la temporada, entre ellos el norteamericano Colin Morikawa, el coreano Sunjiae Im y el danés Viktor Holland.

JJOO Tokio 2020
En París 1900, a principios del siglo XX, el golf se incorporó como deporte olímpico. Su siguiente versión fue en 1904, en San Luis, Estados Unidos. Luego, un largo silencio hasta Río de Janeiro 2016, un poco más de un siglo después. En ninguna de esas ocasiones hubo algún representante chileno. En Tokio 2020, aunque se jugó en julio y agosto de 2021, participaron dos: Joaquín Niemann, el mejor de la historia del golf chileno, y el emergente Mito Pereira.
Edo Miquel, cuenta como corresponsal exclusivo de Socios desde Tokio, que a Joaquín el golf le resulta natural y que necesita sentirse a gusto para desarrollar su mejor juego. Cosa que no ocurrió ninguno de los dos primeros días de competencia.
“Le costó prenderse”, argumenta Miquel para calificar la actuación más que meritoria de Niemann y del equipo chileno de golf, con una gran performance de Mito, que peleó el Bronce con un -15, y el T10 de Joaquín a tan solo un golpe de la disputa por la medalla con un -14.
Jorge Niemann, por su parte, afirma que a Joaco le costó aclimatarse, que la humedad era demasiado alta y que no se sintió disfrutando su juego. Paz Echeverría acota que el equipo chileno llegó muy encima del torneo. “Tal vez podrían haber llegado unos días antes”, dice.
Pamela al igual que Jorge, señala que para una familia de deportistas, el máximo orgullo es que uno de los suyos haya llegado a participar en los Juegos Olímpicos. “Los que conocen de golf, saben que para ganar en este deporte influyen múltiples factores, como el viento”, ejemplifica. “Pero llegar a participar en las Olimpíadas ya es un triunfo en sí mismo”, concluye.

Hacia el número 1
En cuanto a las proyecciones, el propio Joaquín Niemann ha señalado a distintos medios que sabe lo que tiene que hacer y “cómo trabajar para ser número uno del mundo”.
Pamela Zenteno afirma que Joaco no piensa mucho en el futuro, que va paso a paso. Que lo más importante es vivir el presente.
Y el presente de Niemann Zenteno es brillante.
Pero Joaco no solo luce dentro del campo, también lo hace fuera de él. Su padre hace referencia a un trabajo muy importante que está realizando la Fundación Joaquín Niemann Zenteno, institución que busca patrocinar a niños y jóvenes talentos del golf nacional que no cuenten con los recursos para especializarse en el extranjero. “Joaco quiere, de alguna manera, empezar a devolverle la mano al golf, y qué mejor que apoyando a los futuros campeones de este deporte”, señala orgulloso.
Ante la pregunta acerca de las proyecciones del joven talento, Paz reconoce que “no hay mucho más que decir. Lo que dicen todos. Joaquín está demostrando que es más que un proyecto. Es una realidad”.

La siguiente parada para Joaquín Niemann son los playoffs del circuito internacional de golf, que contemplan cuatro torneos: el Norther truf para los 125 mejores del 20 a 22 de agosto; el BMW Championship, para los 70 mejor clasificados desde el 26 al 29 de agosto; el Tour Championship para los 30 primeros, desde el 2 a 5 de septiembre, y ComCast Businnes tour Top 10.
“Si no hay algún contratiempo, Joaquín debería jugar los tres primeros”, señala Paz Echeverría.
Y quién sabe qué pasará en París 2024, en una nueva cita olímpica…
Hablar de Joaquín Niemann como un supercampeón no es una hipérbole. Sencillamente es porque lo es. Atributos, premios, diplomas, copas tiene de sobra. Tampoco es una utopía pensar que en un tiempo más, usted o usted o quizás usted esté en su casa o su trabajo, en una reunión familiar, en un restaurante o en alguna dependencia del Club de Polo y Equitación San Cristóbal hablando de Niemann, el nuevo número uno del mundo.